¿Cómo no mirar el calendario y recordar qué día es hoy?
Hace 35 otoños, comenzó un cambio decisivo para España, atrás, a pesar de muchos, quedaban 36 años de régimen, que a muchos ahogaba y a otros (menos) los beneficiaba, con el parte de prensa, y el más que conocido “ españoles, Franco ha muerto” de Arias Navarro el destino de esta nación cambia, en muchas casas el miedo se hace evidente, y en otras, como me cuentan unos amigos, se descorchan botellas de champan para celebrar que el fin de la represión se ve cercano.
Yo aún no había nacido, ni estaba en pensamientos, pero puedo imaginar la angustia y la incertidumbre de los españoles en ese momento. Fueron demasiados años de dictadura, de odios y de silencio… pero la situación no era para menos, los más mayores aún recordaban los horrores de la guerra, la represión y el odio entre hermanos… otra gran masa de la población había nacido en esa circunstancia, no conocían otra cosa, y los más jóvenes, esos si, se manifestaban a favor de una democracia progresista equiparable a las demás potencias europeas, (quizá en muchos caos, idealizada)
Así encontramos un país “patasarriba”, donde los principales sectores políticos están enfrentados. Los militares no confían en el sucesor de Franco en el poder, Juan Carlos I de Borbón (hoy conocido como “el Campechano”), y no sería nada inesperada una acción de grupos contrarios al régimen, que durante los últimos meses se estaban haciendo más fuertes…en una palabra, el régimen se venía abajo, en medio de un clima de tensión, agravado por las últimas penas de muerte aplicadas en España y de las que se hacen eco todos los países democráticos de Europa, y el abandono de los territorios saharauis, alentados por la “Marcha Verde”.
En el tiempo que ha transcurrido entre esa situación, España a cambiado, y mucho, solo hay que comparar las mentalidades, leyes como la del divorcio, el aborto,el matrimonio de los homosexuales, o la libertad de la mujer, el poder decir lo que piensas en voz alta, el negar la creencia en un dios, que antes parecería descabellado o inmoral, hoy son una realidad y conforma algo natural dentro de la sociedad española (y para quien no lo vea así, debería mirárselo).
Sin embargo, aún son muchas las cicatrices que quedan de la dictadura en este país, las últimas, las encontramos con la Ley de la Memoria Histórica, con la que no estoy a favor, pero solo a medias… creo que es de país civilizado desenterrar los restos mortales de las fosas comunes, pero con una aplicación histórica, y de enseñanza, en la que se nos recuerden esas barbaridades para que no se vuelva a repetir. Sin embargo, se nos vende como una venganza, para buscar culpables y volver a dividir el país, rompiendo la cordialidad y cordura respirada durante los años anteriores.
Me parece que está totalmente fuera de lugar muchos de las situaciones vividas, las manifestaciones de una y otra postura (ya que no lo considero ni ideología), en la que la demagogia y la propaganda barata dan lugar a cortinas de humo muy peligrosas para la salud (más que quebradiza) de nuestra joven democracia. Nada se puede hacer ya con el pasado, solo conocerlo y evitar que se vuelva a repetir, pero la búsqueda insaciable de culpables de algo que ya pasó hace muchos años me parece de zopencos iletrados que no conocen la historia, no quieren conocerla, o simplemente, prefieren olvidarla, para así estar en el punto de mira o meterse en berenjenales gratuitos y sin salida.
Esta es la idea, que imagino como a muchos españoles, me sugiere las noticias de los últimos meses, en las que vemos las pantomimas de diferentes grupos radicales, como las hoy misma vividas en el Valle de los Caídos,(por ejemplo) donde grupos de las dos variantes se vociferaban uno al otro, con consignas fáciles y pegadizas (como “Viva Franco”, que ya murió; o “No pasaran” grito de ánimo de que la población de Madrid durante la guerra del 36) cual rebaño de cabras sin ideas, solo por ver quien hace más ruido, y así ser un día más portada del periódico de la misma vertiente, o salir en los programas de engominados y trajeados, señores de orden y bien pero de cuestionables modales, de intereconomia, o de los progres de la sexta.
Por último, me gustaría proponer algo, ya que como yo no había nacido en este día tan importante para la historia actual de este país, y es que quien si viviera ese momento, contara que recuerda de ese día, para hacerlo más cercano a gente que como yo, no lo ha visto.
*Artículo del periodico La Vanguardia, en el que cuenta algunos detalles de los últimos días del dictador, y algunos documentos interesntes: http://blogs.lavanguardia.es/hemeroteca/2010/11/19/ultimos-dias-de-franco-antes-de-su-muerte/
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